miércoles, 15 de diciembre de 2010

Orlando Nieves y los Siete Machos



Orlando Nieves y los Siete Machos...

 Capitulo Uno:



Idea Original: Blanca Nieves y los Siete Enanos.

Idea Original: Ryan; De otro portal.

Versión Libre y Adaptación: Remington07.



Érase una vez, en un reino muy lejano, un rey y una reina que ansiaban el nacimiento de su primer hijo, y así un día de invierno, la reina quedó embarazada de un pequeño, al que nada mas nacer, le llamaron Orlando. El pequeño tenía la piel blanca como la nieve, y el cabello tan negro como el azabache. Sus ojos color azul intenso, los que enloquecían con solo verlos de reojo....

El rey además de ser muy atractivo, era muy vanidoso y egoísta, no soportaba que hubiese otro hombre más bello o hermoso que él…. De alguna manera siempre se la pasaba viéndose en cual quier objeto brillante, acicalando su brillante cabello negro y admirando sus anchas espaldas; mostrando sus blancos dientes y su recta nariz sus sensuales labios, la barba cuadrada con su singular partida, -si que era atractivo como lo que era, un rey; con sus uno noventa de estatura, sus setenta kilos de masa muscular muy moreno, con sus ojos verdes como el mar, brillantes como los de una serpiente, y con un brillo malévolo que causaba escalofríos…. Siempre mirando a Orlando Nieves que inocente se la pasaba con su culito en popa cante y cante canciones para mitigar su encierro y soledad, -quizá en el fondo ya añoraba que alguien con gallarda presencia le rompiera su culito virgen añorante de las atenciones que para esa edad ya debía de haber querido vivir-, en la soledad de su habitación en el otro lado de la torre, con su ropa como harapos que el maléfico rey Enrico Martineli le había echo vestir para que su belleza y juventud no rivalizara con la gallarda madures de él….

Una fría tarde de invierno, en que el cielo se tiño de un gris y una tormenta de nieve muy menuda, que se fue posando en la copa de los árboles y en los arbustos que colindaban con el palacio; el salón se lleno de un silencio fúnebre, el vanidoso rey corrió a toda la servidumbre, solo se quedo el cazador que era de toda su confianza, la mucama que atendía a la reina, -así un día después de muchas infusiones que el rey le preparaba con hierbas que solo él conocía y después se las hacia ingerir; así en su habitación en una de las torres del castillo la reina cayó enferma y murió, -solo con el rey, el cazador y la mucama como testigos y el principito Orlando Nieves se quedo al cuidado del vanidoso y egoísta rey; minimizándolo al grado que el principito creció sin carácter y un poco afeminado, con sus ojitos azules, que siempre se preguntaban; y que de esta tristeza y esta soledad…. Por que no tener la gracia de que un bello y gentil galán con un porte de príncipe, se enamorara de él; miraba al infinito y pedía que llegara....

Todas las tardes, cuando el sol entraba en el ocaso se dirigía a sus aposentos en el otro lado de la torre donde el principito había sido confinado y solo salía con el cuidado del cazador que siempre lo tenia bien vigilado y solo podía salir hasta los jardines; ya ahí el cazador le echaba unas miradas cargadas de lujuria y desde lo lejos se la pasaba relamiéndose esos bigotazos y sobandose tremendo paquete cuando Orlando Nieves se inclinaba para limpiar y fregar los pisos por orden de su envidioso padrastro que de algún modo siempre buscaba la manera de que su belleza no rivalizara con la de él….

El rey se encaminaba hasta sus habitaciones de una oscuridad infernal, ya ahí se tiraba en su cama se desabrochaba el chaleco y el blusón blanco, dejando que su pecho quedara expuesto, se lo recorría de arriba a bajo, se pasaba los dedos por los pezones sonrosados y henchidos como pollitas; frente a su tocador, con ese espejo desde el piso hasta el techo; con esa maléfica sombra revoloteando en todo su entorno, -sus manos se van luego por todo el torso, pasan la cavidad torácica y se siguen hasta el ombligo velludo de un color azul azabache, el vello le seguía hasta su sexo que ya para ese entonces estaba enhiesto en toda su magnificencia atrapado entre la corea en oro macizo y las apretadas mallas de seda; se la tocaba con las dos manos y todavía le sobresalía la cabeza brillante con un color púrpura, el vello muy negro recortado casi al ras,- era entonces cuando una burla muy sutil se le cuajaba en el rostro se incorporaba y se despojaba de su ropa; el chaleco, la blusa, las botas y las mallas, -miraba hacia su espejo y con el ceño a una altura que solo él podía se dirigía a su espejo mágico-, desnudo se sienta en una bonita silla, ponía una pierna en un taburete la otra en el piso, muy abierto, con su polla erecta, las huevas que le cuelgan, el culo a todas luces y pregunta?

Que quien era el más hermoso del reino y comarcas? Que quien tenia el cuerpo y el rostro mas bello, que si había alguien con su gallardía, con su distinción, con una virilidad como solo la de él, -que se fijara bien, que nunca un rey ha tenido una polla como la suya, en reino alguno conocido, -era entonces que el espejo se llenaba de un humo grisáceo y aparecía esa maléfica mascara rodeada de fuego, que parecía con vida propia-, se miraba entonces reflexiva y como que se movía hasta estar muy junto al rey Enrico Martineli, -el que parecía mofarse de momento, como si jugara un doble juego con el rey; -muy sutil, como quien no quiere la cosa y allí le espetaba?

―¡Tú mi rey! ¡Tú eres el más bello de todo el reinado, de reinos y comarcas cercanas!

Este, siempre le respondía no sin su dejo que parecía mas como una hipócrita lisonja…. El rey acostumbrado mas que nada a que lo alabarán y él siempre quería escuchar que si; que él era el mas bello!

Y con esas palabras, el rey se quedaba satisfecho de su belleza, y no le volvía a preguntar a su espejo hasta el día siguiente, se volvía hasta su lecho y comenzaba a masturbarse todo satisfecho de que no había alguien mas bello y gallardo que él, -se arrodillaba en su cama se tomaba la polla y se la comenzaba a sacudir y no parar asta que el liquido blancuzco salía despedido asta su cara y pecho, luego se le escurriera por todo su peludo pecho y así su olor se le iba asta las fosas nasales-, se quedaba muy quieto con sus jugos y su olor en el ambiente; como una aparición se le aparecía la imagen de Orlando Nieves; con su cuerpecito apenas espigando como todo un hombrecito, con su carita tan fina como si de una niña se tratara; esto lo excitaba tanto que aun después de haberse corrido como un toro, la polla volvía a tener esa rigidez de todo un hombre en toda su magnificencia; con el pecho todo echo músculos, con vellos desde los pectoral, su abdomen, su sexo, las pierna y en su culo prieto….

Así con la imagen del muchachito que ya había visto medio desnudo desde una de las ventanas del salón, como mientras entonaba una canción se sacudía la polla de mediano tamaño con ese vello muy renegrido y ensortijado, con sus mallitas asta las rodillas con sus manitas moviéndose de arriba hacia abajo, con sus nalguitas apretadas, con su vientre contenido, con su espalda alta encorvada….

Y después algo que lo lleno de odio y un infinito desprecio por el mozalbete de Orlando Nieves, allí de rodillas comiéndole la polla a otro mozo con una muy buena pinta; con el cabello castaño, la piel blanca, los ojos verdes, las cejas rectas, los labios sensuales, el mentón cuadrado y fuerte; el cuerpo como una estatua de mármol y con un pollon mas grande que la de él, y principito, con sus ojos de borrego a medio morir, y como en un cáliz de vida él se derrama en su boca….

Lo que no sabía el rey era que; Orlando Nieves, cada vez crecía más, y que su belleza masculina era cada día mas y mas latente; con su cabello como el azabache en ondas hasta el cuello, la piel blanca como la nieve, los labios como rojo carmesí, la nariz pequeña como de pellizquito, los ojos grandes de un color azul intenso; el cuello largo, la espalda no muy ancha, el pecho no muy musculoso, la cintura pequeña y plana, la cadera recta, el culo como en popa, apretado y prieto a mas no poder, con esa piernas suaves y largas como dos columnas de mármol, -y así se dormía con la imagen de su hijastro en la mente; para soñar que lo ponía a cuatro patas con su cola en popa y su botoncito rosado todo húmedo pidiendo agritos ser penetrado por ese mástil que era su polla; que él se deshiciera en gritos todos desesperados por que ese huevo se lo empalara, que se regodeará con su estreches…. Que él lo tomara y se introdujera de un solo golpe….

Así un día Orlando Nieves pasaría a eclipsar la belleza y la de cualquiera del reino, de reinos y comarcas cercanas, incluso la de él; con su carita aniñada con una ingenuidad que rayaba en la imbecilidad, con su boquita carmesí pidiendo polla, con la inocencia de sus quince años curiosos por naturaleza, -ya en la soledad de su habitación Orlando Nieves se quitaba los harapos como vestido, hasta quedar completamente desnudo se tendía en su cama de príncipe mendigo y se imaginaba que un alto y gallardo buen mozo príncipe de algún lejano reinado lo tomaba en sus brazos lo ponía en su caballo blanco, se imaginaba que en el camino el príncipe le iba quitando sus harapos hasta quedar solo con sus botitas, y que sus labios juguetearan con el lóbulo de la oreja, que su lengua hurgará en su oído, su mano en su polla de quinceañero toda babosa, con la polla del príncipe ensartada en su culo y con el vaivén del caballo los dos se chorreaban como lo que son dos púberes….

Después se sentaba en el borde del pozo y entonaba una canción:

Les digo un secreto prometen no contarlo….

Este pozo milagroso es….

Si deseas algún bien, se lo podrás pedir….

Y el eco lo oyes repetir, tu anhelo logras….

Deseo, que un gentil galán, me entregue su amor….


Una tarde, el rey le preguntó a su espejo mágico y este la contestó:

―Tú eres muy guapo, tan varonil como el que mas, que ni reyes ni príncipes, ni vasallos en reinos ni comarcas que pueda superarte, a tus pies han de estar; pero más que tu, hay alguien mas que en cuestión de belleza masculina te a superado: con el cabello como el ébano, la piel blanca como la nieve, los labios rojos como el carmesí... Es el aun mas hermoso que su alteza y lo supera mas por su juventud....

El rey furioso llamó a su cazador y con un odio tan infinito que su gallardía se veía distorsionada y maléfica…

Dice a su cazador:

―Llévale lejos, muy lejos…. A que corte fruta silvestre.... A un lugar apartado del bosque…. Y cuando este ya ahí le darás por el culo hasta que de tanto darle, se lo revientes y me traigas, pruebas de que haz cumplido mis ordenes, cuando hayas terminado con esa tarea, le mataras y le arrancaras su virilidad.... Y me la traerás en este cofre.... Así sabre que has cumplido y no te apoques que te he visto como le comes el culo cuando friega los pisos, como te relamerse los bigotes cuando este se pone de pie, con su polla echada para un lado.... Si, lo he visto también relamerse, pero no por alguien de aquí, si no por alguien mas.... Es ese príncipe, de un lejano reinado que en busca de aventuras se ha enamorado del principito... Los he visto en el jardín del palacio en una tarde que Orlando Nieves, cantaba!

―Pero majestad, es su hijo… -dijo el cazador incrédulo a lo que oía.

―Si quieres seguir con vida, haz lo que te ordeno. Y además, como ya dije me traerás su virilidad, como signo de que haz hecho lo que te he pedido.

Y así, una tarde de primavera, el cazador cogió a Orlando, y así ambos se internaron en el bosque.

En un descuido en que el bello príncipe miraba el paisaje de su reino, el cazador desempuñó el puñal y se encamino amenazante hacia él, dispuesto a llevar acabo la nefasta orden de su rey….

En esto, el príncipe Orlando se da cuenta y se pone de rodillas y le implora que no lo mate, -se inclina tanto que casi su rostro y su boca tocan el bulto que ya para ese entonces se ve protuberante-, quizá la escena de la inclinación del bello efebo le producía ese estado de excitación, -dice que si le dejase vivir él esta dispuesto hacer lo que él quiera? Incluso lo que él mas quisiese, -el principito sonríe y echa mano de su ultima carta, ya con anterioridad había visto la sonrisa relamida cargada de lujuria del cazador del rey: Había mirado como de reojo, le miraba el culo prieto y protuberante a penas si contenido por los mallones que le corrían asta unos muslos tan suaves y sinuosos; el bulto en la entrepierna como jamás se hubiera visto, el pequeño chaquetón ribeteado en holanes, en seda y raso en color carmesí apenas un poco mas abajo del ombligo dejaban ver que a pesar de su aspecto aniñado el principito tenia una virilidad mas que desarrollada….

La sonrisa lujuriosa del cazador le indicaron que su estrategia había dado resultados; se destrabo los cordones del chaquetón y los del blusón; el torso blanco y una matilla de pelusilla muy fina se hizo ver a la altura de la cavidad torácica que le va hasta el ombligo y va a perderse hasta su sexo, los pezones rosados y ligeramente erectados, -sus ojos brillaron sensuales-, sus manos hurgaron entre las mallas hasta encontrar su polla que ya estaba en un considerable tamaño; el vello muy oscuro apenas si como una sombra; su piel fina y blanca como la nieve, su cuerpo era apenas musculado…. Indicaban le que estaba entre la niñez y la pubertad-, se la empezó a sacudir y a mover su pelvis, haciendo que sus huevas se sitiaran hacia abajo y se jalaran, y su miembro atrapado por sus muslos tengan un efecto de presión y con su propio movimiento se auto masturbaba creándole una sensación muy placentera, que lo predisponían a la lujuria, consecuentemente y como un autómata sus todavía pequeñas manos se fueron hasta el descomunal bulto ya echado para un lado con las venas translucidas, la cabeza de la polla del cazador monstruosamente grande se le dibujaba como una estaca a punto de reventar la delgada malla; mientras este esta como un transe como quien quiere y no quiere la cosa; es el principito que toma la iniciativa, -el barajan obsceno, con sus sucios pelos disparados por todas partes, con el olor de los sobacos llegándole asta sus sutiles membranas; los residuos de su sexo enhiesto ahora mas fuerte que se le impregnaba, que le corría por la espina dorsal que le iba hasta mas abajo de la espalda baja iba le a la entrada de su orto cuya humedad es también evidente….

Sus manitas jalan sus mallas y su polla sale disparada echada un poco para un lado, su cabeza toda reluciente de un color rosado, con esos pelos que cubrían las huevas, la raja de su culo, la ingle y su vientre hasta su ombligo, los peludos muslos como dos columnas, duros como el mármol, -hincado allí en la maleza endeble, con sus mallitas asta las rodillas y su bonito pene aprisionado en sus muslos, ya húmedo, caliente e hinchado a punto de estallar en un torrente…. Como un loco lo coge por la cabeza y se lo pone en su jugosa boquita que esta como agua, de un solo golpe se la deja ir asta las amígdalas, que le causaban arqueadas que estaban apunto de que el vomito se le saliera disparado; sus ojos saltados y llenos de lagrimas, sus labios hinchados y la traquea contraída, sus manos en sus muslos y esa gran polla entrando y saliendo de su boca con su baba corriendo por la comisura, -pujando como un desesperado, la verga entraba de una estocada y sus manos se clavan en su nuca atrayéndolo asta si, -su bufido se escucho en todos los rincones del bosque; ahuyento los servatillos, los pajarillos alzaron el vuelo-, su lefa salto hasta su garganta y se la trago todita…. Ni un solo chorrito se derramo …. Gustoso como ninguno lo paladeo como si fuera un vino de consagrar….

Le saco su gran polla todavía chorreando, todavía a medio pelo; lo empuja hasta que cae a cuatro patas, su culo en popa, con su botoncito rosado medio húmedo, medio sudado y es allí que el barbaján le deja caer su polla de un solo golpe, su culito se contrae de dolor y hace un respingo, pero el lo toma de las caderas y a estocadas limpias se corre dentro de él, el color de la sangre se hace ver en toda la polla todavía dura, todavía chorreando liquido blanco; una macha rojiza se sale junto con la esperma que se derrama, el pone su pañuelo y con un flop se sale la prueba que el rey Enrico le pidiera….

Apenado, se recompone; le dice que huya y que se esconda en el oscuro bosque…. Y que nunca mas regrese por que lo quieran matar….

―Y por que? ―pregunta todo asustado el principito titiritando y llorando y subiéndose sus mediecitas y recomponiéndose todo muerto de miedo....

―Por que? Pero quien?

―Y todavía lo pregunta; por su belleza, el rey se muere de envidia y odio por su singular bellaza, por su juventud.... Esta como loco! Ahora huye escóndete en el bosque y no vuelvas....


Capitulo: 2



Cuando Orlando Nieves echo a correr rumbo al bosque ya su bonita ropa de príncipe ya iba echa gironés, parte de la blusa de abombados hombros, la cual le había servido para recoger la prueba que el vanidoso y cruel rey Enrico Martineli le había pedido; las mediecitas rasgadas mostraban parte de su piel; los arbustos espinosos rayaban las medias y dejaban ver sus bellas formas masculinas de muchachito; apenas con un poco de pelusilla muy oscura, parte de sus nalguitas a la altura del surco del glúteo, por la parte frontal una gran rasgada a la altura de su sexo, dejaba que sus huevas se escaparan con el movimiento, y a hora su asustada pollita dejaba ver de vez en vez como su cabecita pelada se salía, colgaba y sus pelos se veían sin pudor, -mientras la voz del cazador retumbaba en su cabeza las imágenes de hombres con rostros horribles, con pollas inmensas con la esperma que saltaba hasta su boca y garganta, se lleno de un pánico inimaginable y se desboco en una carrera, con la voz que le perseguía....

―Vete mi príncipe, huye, intérnate en el bosque y no vuelvas nuca jamás!

―Huye, vete, vete, vete, y no vuelvas!

Así el asustado principito se interno en el bosque; las sombras de los árboles lo asustaban y se le internaban en su cabeza creándole un caos de terror: Por todos lados miraba a hombres que lo querían tomar con sus manos como garras y después meter sus pollas monstruosas en su culito que todavía chorreaba sangre y liquido blancuzco; sus antes bonitas ropas a hora ya eran puros harapos, -sus pezoncitos se entreveía con impudicia, su bonito ombligo y su abdomen plano, los muslos y sus piernas ligeramente musculosas....

El cazador lo miro perderse en ese bosque que parecía interminable; se recompuso las ropas, respiro hondo, viro hacia el castillo y se dirigió hacia ese monstruo de piedra maciza que se veía en un claro empalado en una cima; sus ojos de vez en vez miraban para todos lado para ver si algo le servia para terminar de redondear la prueba que le serviría para constatar que había cumplido con el encargo que el rey Enrico Martineli le había pedido....

En el camino se encontró un jabalí joven, lo embosco y lo mato, ya muerto lo destazo y lo castro, puso las huevas en el pedazo de tela de la blusa de Orlado Nieves, junto con los restos de su culo, y lo volvió a meter en el cofrecito que le daría al rey....

Orlando Nieves seguida corriendo y corriendo como un loco sin rumbo fijo; todo desesperado con su mente jugándole una mala pasada; no supo cuanto corrió ni cuanto lloro, pero termino sollozando en un claro rodeado del canto del los pájaros del chillido de las ardillas, de los conejos, los servatillos y de mas animales, -seguía llorando mientras que la curiosidad de los animalitos le rodeaba, lloraba y lloraba, recordando los últimos minutos con el cazador y con sus palabras aun en su cabeza.... Con los animalitos a su alrededor y con su terror aun en su mente; poco a poco se fue calmando y cuando un curioso conejo lo olfateaba extrañado, el principito aterrado incorporo un poco su cuerpo y asustado pego un grito que dispersaron a lo animales, -sin saber que hacer en realidad grito que no se fueran que no les haría daño, que el también tenia mucho miedo....

Orlando Nieves, dice:

―Esperen, no se vayan.... Por favor, no les haré daño.... No quise espantarlos, en verdad lo lamento.... No saben lo que he sufrido, y todo por haber tenido miedo.... Me apena haber echo tal escándalo.... Que es lo que hacen para olvidar las penas....

Por contestación los pajarillos entonaron un cántico: Y Orlado se alegro por que a él le encantaba cantar y así olvidar sus penas, -siguiendo la tonada que los pajaritos comenzaran.... Así cantando se alegro por su nueva suerte, rodeado de sus nuevos amigos.... Respiro hondo y se lleno de una preocupación mas pronta, -que iba hacer a hora, a donde iba a ir; por contestación los animalitos lo rodearon y jalaron por un trecho, caminaron y caminaron, por veredas, pasaron riachuelos, caminos, y ríos hasta que llegaron a un claro que tenia una casita muy bonita, paso el puente sobre el río y la cabaña ya estaba frente a él; la cabaña era rustica en madera y piedra maciza, muy bonita, miro por una ventana, y no alcanzo a ver mucho ya que esta estaba muy oscura; ya era casi medio día, el sol ya estaba por lo alto; se dirigió a hacia la puerta de madera remachada en acero y muy pesada, que para su bienestar estaba entreabierta, que la empuja y se abre, así fue!

Al momento ya estaba adentro mirándolo todo de arriba a bajo; todo le parecía divino, el comedor, la sillas, la losa, los cubiertos, todo cubierto de polvo, tirados por todos lados; de ropa, quizá de varios hombres, quizá muy jóvenes entre los quince o dieciocho años y quizá muy desordenados; se pensó que el lugar necesitaba de una buena limpieza y él era el indicado para ello, así que se dedicaría a darle una limpieza y quizá con ello los dueños del lugar lo dejarían quedar a hora que no tenia donde vivir, -comenzaría por el recibidor, luego el comedor y después el dormitorio, -así cantando se dispuso a limpiar; sacudió, lavo, mapeo, recogió la ropa tirada y se la llevo hasta el pequeño estanque que tenia un lavadero y la lavo toda, corto unas bonitas flores que puso en el centro de la mesa en un florero estampado; así entonando una melodía termino con todo reluciente y también muy hambreado, buscando por aquí y por allá encontró comida que se dispuso a preparar una rica sopa de vegetales, que puso en una olla en la chimenea-, todavía le faltaba echar una miradita al dormitorio que estaba al final de una escalera de madera muy rustica, subió las escaleras con cautela; el dormitorio era bastante grande con siete camas una tras otra con todo y nombres, al ver las camas se le antojaron acogedoras y le entro un cansancio, y sin mas se tiro en una de ellas, enseguida se durmió presa del cansancio....

Vemos lo que la cámara ve:

Orlando Nieves tirado en la cama, exhausto, despatarrado yace en el lecho; nos acercamos casi podemos tocar su rostro, su piel tan blanca como la nieve, sus cabellos tan negros como el azabache, sus cejas perfectamente bien delineadas, sus pestañas largas y enchinadas dábale un aire afectado, las mejillas con esos hoyitos tan angelicales, los labios como rojo carmesí, el mentón suave, el cuello largo y suave como la porcelana, el pecho ligeramente musculado, sus pezones algo rosados, el abdomen plano, la línea que dividía el abdomen con la cadera bien marcada, los vellos del pubis renegridos y enchinados, el sexo flácido y escurrido, echado para un lado, con la cabecita a la vista sin vergüenza, ni pudor, los muslos suaves y torneados con una pelusilla muy suave, casi poco visible, el pie pequeño; allí tumbado todavía con su ropa de príncipe, raída, con su sexo a la vista, con sus glúteos asomándose, -con la polla a hora ligeramente levantada, un poco henchida, asomándose por la abertura, con la cabecita descubierta, con un puntito de liquido, con una mancha donde reposa, y el olor se levanta, que le va asta las membranas mismas; la polla que se mueve, que se pone mas rígida, que chorrea mas y mas, que su cuerpo se retuerce como culebra, -en ese sueño de el; nos introducimos dentro de el, vemos lo que el ve....

Es como un sueño:

Es un hombre maduro, con la cabeza rapada, la frente amplia, los ojos claros, la nariz afilada, los labios sensuales, con su bigotito y barba de candado, parado allí en la sala de la cabaña, sonriéndole todo seductor, sobándose a si mismo; con la tunica raída apiñada asta el pecho, sin nada mas que sus ceñidas botas de cuero negro, con una mano en la nuca la otra en ese cipote como una asta, moviéndolo de un lado a otro; con su sonrisa y sus ojos lujuriosos puestos en su colita toda abierta, toda sudada, toda hambrienta por su descomunal polla que amenazaba con partirlo en dos; sus labios que le susurraban al oído que se prendiera a ella, que lo que le saliera le cumpliría todos sus anhelos, todos; incluso el amor de ese príncipe-, si; incluso ese hermoso príncipe de ese lejano reino: De pronto el bonito sueño se torno en una horrible pesadilla; se ve a si mismo en un claro del bosque todo desnudo, tirado en un lecho de piedra cubierto de flores y el encima, el cielo teñido de oscuro y unos suaves copos de nieve lo cubrieron todo, y no sabia por que pero tuvo ganas de llorar....

En otro lugar del bosque se escuchan los cantos de unas siete voces todas en perfecta armonía, entonando una cancioncilla mientras trabajaban en la saca de piedras preciosas, diamantes, rubíes, turquesas; todas enormes y preciosas....

Hay voy, hay voy, es hora de cenar....

Hay voy hay voy, es hora de machar al hogar....

En un momento el reloj marco las cinco de la tarde todos cantando iban saliendo de uno en uno de la montaña; todos muy distintos el uno del otro: El primero en salir fue un chico con un aire de enojado; alto y esbelto, con el cabello castaño lacio algo largo, las cejas algo pequeñas, los ojos claros, la nariz afilada, los labios apretados pero con un puchero muy sexy; tunica en color vino tinto hasta poco mas abajo de la ingle, con botones al frente y ajustada con una gruesa correa en cuero, unas entalladas mallas como prenda masculina, con un muy sugestivo paquete al frente, por calzado unas botas de cuero suave sin ornamento, una capucha por tocado en la cabeza, propia de un campesino o un minero; con una actitud siempre de mal humorado: Luego en seguida venia el de cabello rubio castaño y ensortijado, los ojos azules claros, los labios sensuales, el mentón pequeño, con un aire de curiosidad, quizá de saberlo todo; un cuerpo alto y esbelto, con un ligero bronceado y sin vello; vestía igual que el primero solo que en color rojo fuerte: En seguida venia el de cabello negro, cortado a navaja de manera desigual, largo y a los hombros; facciones angulosas, de ojos negros, labios apretados, cuerpo fuerte y muy marcado, alto y esbelto, con su siempre sonrisa de felicidad: El de cabello castaño oscuro, piel blanca y suave como la seda, ojos color miel, nariz afilada, labios sensuales, mentón pequeño, alto y esbelto, con vello solo en las piernas y sus partes privadas, y muy callado: Después de este venia el de los ojos cansados, de cabello castaño claro, también los ojos castaños, la nariz afilada, los labios gruesos y sensuales, la mandíbula fuerte y el mentón cuadrado, la piel dorada, el cuerpo bien marcado y con algo de vello en la cavidad torácica y en los pezones rosados, que le iban hasta el ombligo y se perdía hasta su sexo, cortado casi al ras de los cuales solo se veía una sombra castaña, se le seguía a las piernas ligeramente musculosas y estas si estaban bien tupidas de un vello ensortijado: Tras este venia el de cabello rubio oscuro con un aire enfermo, con ojos claros, nariz afilada labios sensuales, mentón suave, cuerpo delgado pero marcado: Por ultimo venia el de cabello rubio cenizo rostro afilado, nariz afilada labios pequeños, ojos pequeños y algo traviesos, cuerpo delgado y espigado, actitud traviesa pero sin hablar.... Todos vestidos iguales solo se diferenciaban en el color de su agrado....

Así se fueron en fila con el rumbo ya conocido; entonando su canción de siempre; cruzaron riachuelos, ríos, veredas y caminos, y las siete cascadas ya conocidas que los separaba del reino conocido, uno tras de otro: El Doc, el Feliz, el Gruñón, el Tímido, el Dormilón, el Estornudo, y el Tontin, al llegar a una montículo, el primero despejo unos matorrales dándole vista al claro donde estaba la cabaña; desde allí se miraba el río, el puente que lo cruzaba; este se detuvo en seco al ver que algo no estaba bien, y así todos se apiñaron uno encima del otro, hasta que todos estaban viendo que la casita estaba iluminada con las puertas y ventanas abiertas y de la chimenea salía humo, cautelosos se fueron acercando hasta llegar al frente de la cabaña y ocultándose como podían del fantasma que creían se había apoderado de su hogar....

Sigilosos los siete muchachitos mineros se escurrieron asta dentro y uno en uno se quedaron perplejos al ver que todo estaba limpio y ordenado; el piso estaba barrido, los muebles desempolvados, las paredes sin telarañas, la losa lavada y colocada en los estantes, en la chimenea había una olla con una sopa que despedía un olor aromático, la mesa estaba puesta con un florero de flores amarillas; miraron para todos lados y no había nada que les pareciera extraño, hasta que no se sabe de donde se escucho un ruido; los siete se asustaron y corrieron a esconderse donde podían, pasado el miedo todos se miraron y se pensaron que el intruso estaba en la recamara de arriba; se volvieron a mirar unos a otros, -habían decidido que había que ir a echar un vistazo; se volvieron a mirar decididos de que uno de ellos tenia que ir asta la habitación y ese era Tontin-, que puso cara de remilgo pero eran los siete contra uno, con lámpara en mano se escurrió hasta adentro, cauteloso y a la vez tembloroso subió las escaleras, temeroso empujo la puerta de madera, tembloroso cuela su cabeza, con la lámpara con la que se aluza por delante, -se escuchaba un gemido al fondo-, levanto la lámpara hacia donde se escuchaba el ruido y allí estaba el muchachito mas bello que hayan visto sus ojos, con el pecho descubierto, la piel blanca como la nieve, el cabello negro, -y algo que llamo poderosamente su atención, lo cual lo tenia anonadado, por una abertura se salía su polla levantada echada para un lado, con la cabeza descubierta, la que se movía cuando el muchachito respiraba....

En un movimiento brusco del muchachito el asustadizo Tontin salio despedido escalera abajo, lleno de pánico, tropezando mas abajo con sus otros amiguitos que ya venían escalera arriba de uno en uno; los cuales salieron corriendo todos asustados, otra vez escalera abajo saliendo de la cabaña, cerrando la puerta y dejando a Tontin dentro de ella; que estaba muerto de pánico tratando de abrir la puerta de madera, la que era sostenida por los siete muchachitos evitando que el otro saliera, todos llenos de temor soltaron la puerta que se abrió pero Tontin salio despedido hacia atrás trasteando, los demás chicos se llenaron de valentía y fueron a buscar a su otro amiguito que estaba sentado en el piso de madera abierto de piernas con la mirada picara, y con una sonrisa de oreja a oreja, -curiosos los chicos le preguntaron por el supuesto monstruo, pero como este no sabia hablar se comunico solo por medio de señas y dijo que estaba dormido en sus camas; pero estos solo atinaron a pensar que era un enorme monstruo horrible con cuernos y que hacia un ruido muy feo....

Se dispusieron a ir todos a buscarle; cautelosos subieron las escaleras abrieron la puerta del dormitorio, -y si, allí estaba el muchachito despatarrado en una de las camas mas próximas a la puerta, los siete muchachitos se quedaron boquiabiertos al verlo allí; con su ropa toda rasgada, la blusa y el chaleco de príncipe medio abierta, con su polla de fuera, todavía levantada, la que chorreaba liquido, las huevas apretadas, con una mano se la manoseaba, los ojos cerrados, la lengua relamiendo sus labios una y otra vez.... Ellos en choque mirándolo allí tirado, con su polla ante ellos; luego como autómatas ellos mismos buscaron sus propias pollas, se las sacaron de entre sus mallas, se destrabaron sus correas, se desbotonaron botón tras botón, -sus cipotes hermosos de muchachitos, conocedores de sus propios sexo, acostumbrados a darse placer entre ellos, y uno en uno se fueron tocando entre ellos; con la vista en el hermoso muchachito de cabello negro como el azabache, piel blanca como la nieve.... Uno de ellos con las pollas de dos en sus manos se las meneaba de arriba abajo, los otros dos dándose un beso de lengua, tragándose uno al otro; otros dos encima de uno, uno metiéndole y sacándole su polla de la boca, el otro comiéndole el cipote al que se comía la polla del que estaba de rodillas; el séptimo jugueteaba con la propia mientras se comía con la mirada a los seis en una escena de lujuria....

Orlando Nieves se había despertado con los gemidos de aquel desenfrenado festín; de rodillas miraba a los siete muchachitos que se divertían entre ellos, e hizo lo propio; se tomo su polla y comenzó a moneársela de arriba abajo muy despacio mientras se deleitaba con los siete muchachitos que en ese momento no se daban cuenta de que eran observados, por sus ojos azules llenos de deseo, ya con el pecho descubierto, con las medias hasta las rodillas; los muchachitos se quitaron el resto de sus atuendos quedando solo en botitas y se dispusieron a desenfrenarse en esa orgia de sexo, -el séptimo que no tenia con quien se dio cuenta de que el muchachito se había despertado y tímido se acerco hasta tomar su duro cipote que amenazaba con estallar de un momento a otro, el cual estaba echado para un lado que se le movía invitándole a que le prodigara sus mas bonitas caricias; tan pronto vio que le hizo señas se inclino ante tan bello ofrecimiento y se lo metió de un solo golpe en la boca, haciendo que el muchachito pegara un alarido de placer, -los otros muchachos dejaron de hacer lo que tan bien hacían y volvieron su vista hacia el grito, -en esos momentos Orlando Nieves se chorreaba en la boca de Tontin que tan prontamente se comía y chupaba la esperma que salía del cipote del príncipe, su estrepitoso grito se escucho en la inmensidad de la ya muy caída noche, se subió hasta el cielo, -con sus ojos cerrados y con una sonrisa en los labios se quedo allí gozando, con la mirada atónita de los otros muchachos, mirando como Tontin se comía toda la polla del intruso; que a hora sonreía satisfecho, con su todavía levantada polla, deseosa de mas placer....

Es allí donde uno de ellos dice:

―¡Y tu quien eres!


Capitulo Tres:


Dice con una alegría inmensa:
 

―Oh perdónenme, soy Orlando Nieves....
 

―¿Orlando Nieves, el príncipe?
 

―Si...
 

―Vaya, bien.... Mi simple, mi limpieza.... Digo mi príncipe, los que estamos aquí, somos, somos los....
 

―Un ato de locos....
 

―Un ato de locos.... No.... no.... no, somos locos enlatados, no ensartados.... Pero que es lo que estoy diciendo....
 

―Nada que estas berreando y tartamudeando....
 

―Quien, quien, quien esta barriendo y tarta burreando, burro, burro....
 

―Cállate y dile que se largue....
 

―Por favor no me echen, si me encuentra me matara....
 

―Te matara.... ¿Quien?
 

―Mi padrastro.... ¿El rey?
 

―El rey...
 

―Es malo....
 

―Es mas que malo....
 

―Es un hechicero.... Oigan esto todos, si el rey lo encuentra aquí.... Se vengara y nosotros pagaremos los platos rotos...
 

―Pero el no sabe donde estoy....
 

―Con que no eh, ese lo sabe todo, conoce la magia negra, hasta puede hacerse invisible.... A hora mismo podría estar aquí! -todos se miraron unos a otros viendo y buscando en todos los rincones de esa rustica casita, decorada con primor...


―Nunca me encontrara aquí.... Y si me dejan vivir en su casa les serviré de mucho....

El principito sonrío picaron; los miro a todos de uno en uno y vio que los siete hermanos se veían unos a otros, también miraron sus pollas que se levantaron instantáneamente, mirando al cielo.... El principito se echo en el lecho; primero abrió sus piernas, y su polla ya estaba levantada, se la meneo con descaro, a los ojos lujuriosos de los siete hermanos que ya desde hacia tiempo se lo comían, luego las levanto poniendo a la vista su rasado ojete que ya para ese entonces mostraba una gran dilatación; sus ojos medio abiertos miraban de vez en vez a los siete picarones que ya jugaban con sus pollas y se besaban entre ellos.... El se pone de rodillas, con la polla en las manos, manoseándola de un lado a otro, a ojos y bocas relamidas -el bello principito era comido de arriba a bajo....

El muchachito de cabello rubio y medio en rolado se pone de rodillas al pie de la cama casi podía tocar la polla del principito que ya babeaba profusamente; abre sus labios que le insinúan que se la pongan ya, que se la de a mamar; el principito por contestación se la manosea y se la mueve de arriba a bajo provocándole a que él sea, el que se la sirva, que él sea, el que se la tome con sus manos y se la ponga en su boquita; sus labios como melocotón que medio se entre abren sugestivos, como en un puchero muy sexy; la boca del de cabello negro era comida por la boca del de cabello castaño y actitud de enojo; el de los ojos cansados de rodillas se comía las pollas de ambos mientras se manoseaba la propia y con la mano libre le daba gusto a su ojete que ya tenia tres de sus dedos; el de mirada traviesa se pone en la cama a cuatro patas con todo su culo en popa, la polla dura como una roca y las huevas contraídas, su culo abierto como una flor expuesto a que sea comido con glotonería y ni tardo ni perezoso, el de cabello castaño oscuro se pone de rodillas y con las manos en sus suculentos cachetes los presiona hacia adelante haciendo que su ojete se levante y se vea todo hambriento, el chico lanza un rugido de placer cuando su hermano le pone su lengua caliente y ávida; el de mirada enfermiza se manosea su bonita pija a poco centímetros de los labios de el Mudito, cual a ojos cerrados se retorcía como culebra, el de cabello castaño le comía el culo con desaforada gula, le lamia su rajita, le metía su lengua y sus labios le succionaban su tierno culito a hora ya mas listo para recibir todo su pedazo de moronga; con una de sus miradas Estornudo le metió todo su pedazo de carne en la boca, de un solo golpe hasta las amígdalas que le crearon unas arqueadas que casi lo ahogaban, situación que aprovecho muy bien Tímido, que con su cipote empuñado en mano se lo punía en la puerta de su culo abierto que a la primera opuso resistencia pero poco después ya lo tenia todo hasta las huevas, una de sus mano lo arremangaba desde el hombro mientras la otra le daba gusto a la pija, Mudito bramaba como una perra y babeaba con la polla de Estornudo que le tomaba de los cabellos y le arremangaba toda la pija hasta las amígdalas....

Por su parte el principito tenia a Sabio comiéndole la polla como un poseso, su lengua recorría la poronga desde la punta y la coronillas hasta el frenillo, que lo hacían bufar como un loco y retorcerse como una perra; sus ojos se entre cerraron sus labios se entre abrieron y sonrío muy sutil, casi como no queriendo, -recordó como ese bello joven de elegante atuendo sin duda alguna digna de un príncipe, de algún lejano reinado; tan buen mozo, tan gentil que le tomaba en sus brazos y lo pusiera al borde del pozo, le tomara de la barbilla y el todo sonrojado, todo cohibido bajo su mirada hasta ese gran paquete que se veía a través de las delgadas mallas blancas, y vio como se movía, como se marcaba su cabecita, la coronilla y las venas, sus huevas hinchadas y a punto de estallar; el gallardo príncipe sonrío con dulzura al ver la inocencia del chiquillo, que se ruborizaba con su virilidad a la vista, temblaba como un pollito, todo echo un manojo de nervios; se palpo con impudicia su paquete, se tomo el relieve y se lo puso a la vista del cohibido muchachito que miraba avergonzado de vez en vez como se sobaba la entrepierna que crecía y crecía, parecía que nunca dejaría de hacerlo, de tanto que ya le llegaba al ombligo; el muchachito se lleno de nervios y quiso huir pero sus fuertes brazos lo detuvieron, con una de sus manos lo tomo de la barbilla lo viro hasta su rostro y le dio un tierno beso, el muchachito todo nervioso le dio otro todo de prisa, temeroso de que aquello que estaba haciendo con él, no le parecía que era correcto, -el gallardo príncipe hizo un puchero inconforme de ese soso beso-, el principito como no queriendo la cosa se armo de valor y puso sus inexpertos labios en los del príncipe que sonrío con picardía ante la audacia del muchachito, lo sentía todo nervioso y tembloroso en sus manos, quizá como si fuera la primera vez que un hombre lo tomara entre sus brazos y que decir de besarlo lo hacia temblar como una hoja de papel, volverse un manojo de nervios, su rostro rojo como un tomate, -pero cuyas manos cual traviesas como un niño de tres años no dejaban de jugar con su enorme pija las que ya estaban dentro de sus mallas tomándole su pollon y sus huevas; sentía las manos del muchachito frías, temblorosas, inexpertas, rudas, pero muy halagadoras, lo hacia reír de buena gana, su inocencia lo tenia cautivado, y sus ganas de conocer lo desconocido y lo prohibido lo hacían sumamente antojable al grado que le apetecía desvirtuarlo ahí mismo, -sonrío picaron y de un solo se bajo las medias hasta las rodillas; su bonita polla salto como un resorte con un vello cortado casi al ras como un nidito muy bien decorado, las huevas lampiñas hinchadas y contraídas, los muslos como dos columnas, con muy poco vello, duras, marcadas, cual príncipe encantador....

El principito como cual inocente se dejaba hacer; le dejaba que le tomara las manos y las pusiera en esa su polla que traspiraba una calentura inusual , que lo llenaba de una comezón jamás conocida por él, que le hacia sentir un ardor en su polla y esa misma sensación luego se le iba hasta las huevas se le detenía en su rajita y allí le estallaba creándole un tumulto de sensaciones que de momento lo asustaban después le gustaban, -sonreía cuando el príncipe lo miraba con esa su carita de niño bien, sus dientes tan blancos como la porcelana, sus ojos claros, su bonita nariz, su cabello castaño; su ropa toda elegante con sus medias hasta las rodillas con esa polla levantada, con su pecho al aire los pezones erguidos con un sutil vello en la aureola, el abdomen plano y marcado, con su sonrisa burlona, con sus ojos que le insinuaban con gestos que lo tomara, que se lo pusiera en su boquita, -y se podía hacer eso; parecía preguntar con sus ojos inocentes-, que, -sonreía el príncipe, lo tomaba de la barbilla y acercaba su rostro al de el, casi podía besarlo y el principito paraba su boquita que pedía a gritos ser atendida, el príncipe sonreía satisfecho de la entrega, lo miraba con ternura, -que si, que era para eso, para su boca que no veía que ella se ponía muy contenta con sus caricias, que no haría con lo calientito de su boca, y la suavidad de su lengua, cuando ella se henchía le entrara un cosquilleo y de ese hoyito en la puntita saldría un chorro de el elixir que le dará larga vida, -el inocente principito miraba todo ingenuo esa polla que ya tenia unas gotitas en su hoyito, la cabecita toda roja, las venas todas hinchadas y no creía que eso diera el elixir de la vida,- y si él esta seguro de lo que dice, -el príncipe sonreía movía sus ojos para arriba, volvía a mirar al principito; acercaba su boca a sus labios y sentía que temblaba mas abría los labios y su lengua buscaba la suya, el principito jadeaba pero no paraba de tratar de franquear con su lengua sus labios, hasta que él abrió los suyos y la lengua del principito se coló hasta la suya y no paraba de jugar y succionar la de él; ya entrado el principito relajo el cuerpo abrió las piernas y su polla también estaba levantada y se movía toda excitada, el príncipe puso una de sus manos en una de las piernas del principito, que se estremeció de puro gusto y quiso escaparse pero su otra mano lo tenia tomado del cuello....

El príncipe palpo el bulto dentro de las mallas andrajosas del principito que de vez en vez se resistía para después dejar que las manos del él le tomaran la pija que ya estaba a reventar, abriera mas las piernas y las levantara para que le sacara las medias, tomara su henchida pija que ya hervía; el príncipe siguió besando sus labios, luego se despego y se tendió al cuello; el principito bramaba y jadeaba de puro gusto; el príncipe jalo el cuerpo del muchachito y lo coloco a horcajadas de las de él, y sus pijas se juntaron en una solas con sus manos; sabia que el muchachito estaba a punto de estallar en un orgasmo como quizá nunca hubiera vivido, sus gemidos cual perra en brama, le anunciaban que así seria; el principito no dejaba de jadear era tanto su gusto que echo su cabeza para atrás cuando la calenturienta boca y su lengua le comían la polla, levanto las piernas y se las puso al príncipe en los hombros, le comía la polla y sus dedos le daban gusto a su culo; dos dedos y luego otros dos, a dos manos en su culo lo tenían con una sensación indescriptible, se lleno de un escalofrío el culito se le fruncía y la comezón de la que le hablara el príncipe le comenzó en el bajo vientre, se le fue hasta la pija que se le henchía cada vez mas y en un tumulto de sensaciones le estallo en la raja de su culo que lo hicieron que lo contrajera y atrapara los dedos de su amado, que se tragaba todo el elixir de la vida todo gustoso, -abrió sus ojos poco a poco y vio que el muchachito de cabello rubio se deleitaba con su lechita que le escurría por todos lados, sus ojos le brillaban todos satisfechos y su cuerpo se lleno de un temblor desconocido, un jadeo y una presión en su pija le dijeron que el muchachito se había corrido ya; algo muy caliente le cayo en una de las piernas, se le escurrió, mientras que el chico no dejaba de mamarle succionándole hasta la ultima gota de su semen....

En otra de las camas Feliz tenia la porra de Gruñón en la boca mientras que Perezoso le daba con su pedazo de carne en su culito; de rodillas Tímido, Estornudo, y Mudito se masturbaban al ritmo que las pollas se perdían en los agujeros respectivos; también se besaban y se tomaban las pollas unos a otros esperando los orgasmos; el principito y Sabio se besaron también a la espera de que Gruñón y Perezoso le llenaran la boca y el culo de semen a Feliz, -con un estruendoso gemido de la pija de Feliz comenzaron a salir chorros de semen, lo que aprovecho Perezoso para cabalgarlo mas desaforado al sentir las sensaciones que le succionaban la pija por el culo de su jodido hermano, acelero mas sus embestidas al culito de Feliz el sentir el cosquilleo ya conocido; su pija se hincho y sintió como su semen se estrello con las paredes de su orto, dio unas ultimas estocadas hasta que sintió que su polla se hablando en su húmedo interior, se tendió en la espalda del musculoso muchacho con su polla en su culo y la lefa escurriéndole desde adentro, por las piernas hasta las sabanas blancas; de pie los otros tres muchachitos se corrían al unísono en la espalda, cabello y culo de Perezoso que gustoso recibió la leche de sus tres hermanos que se besaban entre ellos, con sus manos en las pijas de unos y otros, mientras de la pija de Gruñón salían disparados sendos chorros de semen directos a la boca de Feliz que no dejaba ir ni un solo chorrito; de pie el principito le comía la lengua a Gruñón todavía en el limbo de su orgasmo, le restregaba su pija por la raja de su culo, con sus manos en su verga sacudiendo sus restos y golpeando las bocas de Sabio y Feliz que se tragaban hasta el ultimo de sus restos, se besaron, se lamieron, se saborearon hasta la ultima gota de la virilidad de su hermano....

Todos cansados se tiraron en la cama abrazados y besándose entre si; es allí que Orlando se incorpora un poco y sonriente los mira a todos que lo miran todos a el, dice:

―Y a hora será que se puede quedar en su casa con ellos....

Los siete hermanos se miraron unos a otros, y todos sonrientes al unísono cantando; lo miraron a la expectativa, con su carita de inocente tan alejado de hacia rato; todos juntos:

―¡Si.... si.... si, mi príncipe te puedes quedar!

El principito salto de puro gusto, desnudo como estaba su pija saltaba y saltaba, y los ojos de los siete hermanos se movían al unísono del movimiento de la polla que ya estaba otra vez levantada, el muchachito medito algo que lo desconcentro de momento y recordó:

―La cena, la cena se quema....
 

―No, la cena no se puede quemar, -dijeron los siete, el principito se desboco escalera abajo.

Seguido de los siete hermanos que estaban desnudos; como si de pijas y de esperma se tratara se fueron tras del desnudo muchachito, como cual machos se tratara, tras del culito de su principito....


Capitulo Cuatro:



El principito bajo en tropel las escaleras; su sexo se movía de lado a lado, sus cabellos negros revoloteaban de igual forma, sus ojos azules brillaban de felicidad: Los siete hermanos le siguieron de uno en uno tras del muchachito que sin vergüenza con su culito en popa le daba el gusto a la cena y los siete no se sabia si se saboreaban por el sugestivo aroma de la comida que inundaba toda la estancia con su olor y su sabor o era por la singular manera de mover su rosado traserito, quien se los mostraba jocosamente, -con un cucharón tomo un poco del contenido de la olla y se la llevo hasta sus sensuales labios mientras con un gesto miro de reojo a los siete hermanos mientras saboreaba la cena, dice:


―La cena aun no esta lista, -picaronamente-, por lo tanto ya pueden irse lavando…



Los hermanos se miraron unos a otros -y todos se dijeron-, ¡que dijo, lavarnos y con agua!

―¿Lo ven, ya lo decía yo, que aquí había gato en cerrado? -gruño Gruñón aventando sus brazos para después entrecruzarlos en su pecho y aventándose en la silla mirando como cuchicheaban sus seis hermanos…

―¿Como y como para que? Si no es aun día de San Juan ni tampoco año nuevo -todos: no, no es nada de ninguno de los dos…

Orlando Nieves los miro a los siete muy quitados de la pena, cada uno en sus lugares respectivos en la mesa de madera, -mirándose unos a otros en espera de que les sirviera la cena…

El principito:

―O tal vez los muchachitos se lavaron ya…

Sabio:

―Pues no, pues si, si lavado ya…

El principito:

―¿Pero cuando?

―¿Cuándo? Cuando, dice que cuando… La mesana… digo la semana… digo no, no, no, el año, no, no si, si, hace poco…

El principito irguió su cuerpo y su cabeza, con expresión incrédula, se encamino hasta ponerse frente a los hermanos que apenados se codeaban los unos a los otros, echándose unos a otros hacia atrás hasta que la pared los detuvo…

―¿Ah, con que si? ¿Haber muéstrenme que tan limpios están?

Así los siete hermanos mostraron que tan limpios estaban:

―Si -todos.

El principito:

―Haber muéstrame que tan limpio estas, Doc -todo apenado y las mejillas sonrosadas-, que vergüenza, todavía tienes restos de semen…




Invocando Un Demonio:
A altas horas de la noche un joven estaba sentado frente a su ordenador. Su nombre es Carlos, tiene 20 años. Es un chico delgado y pálido de piel debido a que no sale mucho. Hace tres meses dejó la universidad y desde entonces no sale de su casa más que para comprar comida dos veces a la semana. Vive solo en un departamento pequeño que pagan sus padres que aun creen que asiste a clase.
Carlos llevaba jugando dos horas a videojuegos y empezaba a aburrirse. Cerró el juego y abrió el navegador. Siempre que se aburría y no sabía qué hacer acababa visitando la página de 4chan, donde siempre encontraba algo interesante. Empezaba visitando el tablón random, tenía un poco de todo, humor, fotos sugerentes, videos porno. Para Carlos era como un calentamiento. Cuando ya había visto todos los mensajes le llamó la atención el último mensaje del tablón, una imagen con un círculo con caracteres sobre un fondo negro.
           
El texto que acompañaba la imagen decía "Como invocar a un demonio". Le pareció interesante y pinchó en la imagen para ver toda la información. Era un tutorial que explicaba como invocar a un demonio para pedirle favores. Carlos lo leyó todo y pensó que podría hacerlo, no creía en estas cosas pero se aburría tanto que pensó que por lo menos estaría ocupado un rato. Buscó todos los materiales necesarios, velas, un espejo e incienso. Las velas y el espejo los encontró rápido pero el incienso tuvo que buscarlo más. Recordaba que una anciana le dio un paquete a cambio de unas monedas una de las últimas veces que salió a comprar. Finalmente encontró el incienso. Fue corriendo a su cuarto y dispuso todo como decía el tutorial.         

El cuarto quedo inundado de velas, había impreso unos símbolos y los había puesto en el suelo. Carlos estaba sentado en el centro y en frente tenía un espejo. Toda la habitación olía a incienso lo hacía que le costara respirar. El siguiente paso era leer una especie de oración varias veces. Leyó las palabras con un poco de dificultad ya que el calor de las velas y el incienso le habían secado la boca. Todo quedó en silencio al terminar, la habitación estaba en penumbra apenas iluminada por las velas. Carlos solo escuchaba su respiración cada vez más pesada, expectante a que algo ocurriera. Se estaba impacientando y cuando pensaba levantarse y dejarlo todo escuchó una voz profunda.           

-¿QUIÉN ME LLAMA?     

La escuchaba como si surgiera dentro de su cabeza. El terror se adueñó de Carlos, no esperaba que funcionara. Había leído que lo más importante era descubrir el nombre del demonio para poder tener control sobre él. Pero el miedo le impedía hablar.      

-¡HABLA MORTAL!         
-Mi nombre es Carlos.       
-Había hablado tan flojo que casi ni él escuchaba sus propias palabras.   

-¿POR QUÉ ME HAS LLAMADO?        
-¿Cuál es tu nombre? -Carlos recordaba que lo principal era descubrir su nombre.        

-NO TE DARÉ MI NOMBRE, NO PERMITIRÉ QUE UNA SIMPLE ALMA MORTAL ME DOMINE.

Se fijó en el espejo. En lugar de reflejase, una sombra ocupaba su lugar. Tenía forma humana pero no se podía distinguir sus rasgos.          

-TE PROPONGO UN PACTO.      
SI ANTES DE QUE SALGA EL SOL NO HAS EYACULADO TE DARÉ LO QUE QUIERAS, EN CAMBIO SI EYACULAS ME QUEDARÉ CON TU ALMA.        

Carlos no sabía que decir o hacer, le daba miedo decirle que no y que le pasase algo malo. No entendía muy bien a qué se refería con eyacular antes del amanecer. La última vez que miró el reloj eran las tres de la madrugada y como mucho había pasado una hora.  No amanecería hasta las seis y media, solo debía esperar dos horas y media.           

-Acepto el trato.      
-Intentó sonar seguro pero la voz volvió a fallarle y sonó más como un quejido.

De repente la luz se hizo mucho más tenue, como si las llamas de las velas fueran a extinguirse. Notó como si el aire se moviera en su nuca. Ahora el espejo reflejaba su figura, ya no había ninguna sombra. Carlos respiró tranquilo, pensó que todo había pasado. Se levantó y al darse la vuelta vio una figura. Era un ser alto y esbelto. Tenía el cabello largo y unos ojos con una mirada profunda. Estaba desnudo y carecía de vello corporal. Su pene era enorme.

-¿TE GUSTA?         

Ahora la voz no salió de dentro de su cabeza, era ese ser el que estaba hablando. Su voz era muy bella como de otro mundo. El demonio acarició el brazo de Carlos, su tacto era como seda.  

-DESNÚDATE.

Carlos se sorprendió al darse cuenta de que estaba quitándose la ropa sin querer hacerlo. Estaba excitándose pero no entendía porque se sentía así. Desde el brazo que el demonio había acariciado se extendió un calor por todo su cuerpo, tenía los vellos de punta. El demonio avanzó hacia él y lo besó.

-No -dijo Carlos suspirando.        

-TU BOCA DICE NO PERO TU CUERPO DICE LO CONTRARIO. 

Carlos miró hacia bajo y le sorprendió ver su pene erecto. Nunca se había sentido atraído por un hombre. Sintió vergüenza y miedo.
-VAS A SENTIR MÁS PLACER DEL QUE UN MORTAL PUEDE SOPORTAR.  

Sus palabras encendieron la llama que Carlos sentía dentro. No entendía como podía excitarse tanto en esa situación. Le estaba dominando y a él le gustaba. Quería parar pero no podía evitar seguir. El demonio pasó sus brazos por detrás de la cabeza de Carlos y le acarició toda la espalda y al llegar a sus nalgas le dio un ligero apretón. Carlos gimió, el tacto del demonio era suave pero a la vez como fuego. Le miró a los ojos y vio una oscuridad, una profundidad que le hicieron sentir minúsculo.
Bajó la mirada sumiso.      

Las manos pasaron de sus nalgas a sus tetillas, los acariciaba y Carlos sentía que no podría soportarlo más, el placer le nublaba la vista. De repente apretó los dedos con lo que pellizcó sus tetillas. Carlos notaba  como si tuviera ascuas en ellos, sentía dolor pero a la vez un placer enorme. Pellizcaba cada vez con más fuerza, parecía que el dolor era insoportable, entonces aumentaba más. Carlos lloraba no sabía si de dolor o de placer. El demonio liberó sus pezones y la calma llenó su mente. Empujó a Carlos a la cama, que cayó boca arriba. El dolor y el placer le habían dejado tan débil que apenas podía abrir los ojos.

Notó una brisa en sus pies descalzos y de repente sintió un dolor en sus plantas como si le hubieran dado un latigazo. El dolor era insoportable pero ese dolor le daba placer, con cada latigazo su espalda se arqueaba y su pene palpitaba. Sentía las plantas de los pies ardiendo como si caminara sobre brasas, y ese calor se expandía por todo su cuerpo en oleadas dándole un gran placer. Cuando parecía que estaba al límite del dolor y del placer todo cesó. Solo se escuchaba su respiración agitada, el corazón latía muy fuerte. Notó un cosquilleo debajo de él y una sensación de ingravidez, estaba flotando.
Empezó a sentir un calor en la garganta que cada vez era más molesto, le costaba respirar. Un dolor agudo recorrió su espalda, era como si ahora le dieran latigazos en la espalda. Cada pocos segundos sentía un dolor en algún lugar de su cuerpo, pecho, piernas, cuello, cara, nalgas y la sensación de ahogo fue a más. Era como si le hubieran tapado la boca y no pudiese respirar. Los golpes eran cada vez más fuertes, Carlos no podía casi respirar parecía que amplificaba todo el dolor, que se convertía en placer casi enseguida. Se encontraba en un estado de trance por el placer que todos los golpes le estaban provocando.
Cayó sobre la cama abruptamente respirando libre al fin. Abrió los ojos y el demonio le miraba fijamente.
-PODEMOS PARAR AHORA O SEGUIR TÚ DECIDES.       
-Su voz sonaba calmada como si no hubiera hecho ningún esfuerzo.         

Carlos trataba de recuperarse de todo lo que había pasado. Sentía fuego en todas las partes de su cuerpo y una pasión irrefrenable le hacía temblar. Se levantó y se puso frente al demonio.
-Quiero morir de placer, te daré lo que sea, mi alma, todo lo que me pidas.
-Se puso de rodillas frente a él y empezó a besarle los pies movidos por un sentimiento de sumisión absoluta.

-¿LO QUE SEA? Pregunto el demonio.
-¡Lo que sea! Respondió Carlos

-ASÍ SEA.     
-¡PERO NO QUIERO TU ALMA O VIDA, PERO VIVIRÁS UN INFIERNO MIENTRAS VIVAS! ¿ACEPTAS?
-¡Acepto! Carlos dijo sumisamente.       

El demonio agarró a Carlos por el cuello y lo volteó, sujetándolo por las muñecas. Carlos sintió fuego y dolor en su culo, el demonio le estaba sodomizando, mientras él gemía cada vez más fuerte. Otra vez la sensación de ingravidez. Notaba oleadas de placer cuando de pronto comenzó a sentir otra vez el ahogo que le impedía respirar. Sentía los golpes por todo el cuerpo como si le dieran con diez cinturones a la vez. También en las tetillas, en las plantas de los pies, sentía como si tuviese brasas infringiéndole un dolor insoportable. 

Aullaba y temblaba de placer por igual en ese momento, cada penetración era como una explosión de energía. La saliva chorreaba de la boca de Carlos, cayendo al suelo junto con el líquido que salía de su pene que parecía como si estuviera orinando liquido pre seminal. Carlos sintió una última embestida profunda hizo estallar en Carlos un placer sin igual que gritó sin emitir ningún sonido. Sintió un placer supremo, cada célula de su cuerpo vibraba mientras eyaculaba a chorros. Era como desvanecerse, como si todo su ser hasta su alma estuviera siendo expulsado por su pene.
Fueron chorros mejor dicho raudales de un semen blanco, espeso tan espeso que parecía crema facial, Carlos estaba en un océano de placer como nunca antes, como si sintiera el surgir del universo en su cerebro, y de pronto una luz muy brillante ilumino toda la habitación que lo dejo inconsciente, tirado sobre un gran charco de su semen sobre su cama.
Un rayo de sol iluminó la habitación a la mañana siguiente. Todas la velas estaban apagadas y no había nadie allí, tan solo un penetrante olor a azufre como semen, con Carlos Durmiendo sobre el semen seco, poco a poco Carlos se despertó sintiéndose muy adolorido, sintiéndose todo bañado en su propio semen, en eso recordó todo lo vivido, fue al baño para tomar una ducha, cuando se estaba balando cuando su mano bajo a su entrepierna Carlos creyó morir al no poderse encontrar sus huevos no solo eso, su pene se había encogido para quedar de un tamaño aun más pequeño que el de un niño de tres años.
Salió de la ducha en desesperación total en medio de la habitación un gran cubo que era un metro cubico de billetes de $ 1,000 USD Carlos era rico ahí debía haber cerca de 10 o más millones pero eso no importaba en ese momento, pero por más que los busco no estaban más ahí, Carlos se miro en el espejo y la imagen de su cuerpo desnudo que aparecía, mostraba sus testículos como pene de tamaño normal incluso con una tremenda erección ahí pero en la realidad no era así.
Carlos gasto casi todo el dinero en consultar médicos que no podían dar una explicación al encogimiento de su pene o la desaparición de sus testículos lo más asombroso de todo era que los análisis de sangre de Carlos revelaban que tenía niveles de testosterona normales para un hombre de su edad, los deseos sexuales de Carlos solo hacían aumentar y aumentar pero no podía ni masturbarse ya que su pene no podía tener una erección pese a que el espejo siempre lo mostraba como si tuviera una.
Carlos trato en vano de invocar al demonio de nuevo pero este jamás respondió, en algo si el demonio tenía razón tendría que vivir en el infierno por el resto de sus días. 




TOMMY CRUEL VIDA...




La vida de Tommy no fue fácil, sus padre murieron en un accidente  en la que el mismo estuvo involucrado, apenas con 1 años de nacido, todos consideraron que hubiese salido casi ileso luego de ese terrible choque entre ambos autos como un milagro, Tommy fue dar a una casa hogar en donde contrajo una serie de enfermedades una tras otra por lo que ninguna pareja lo quiso adoptar al considerarlo demasiado enfermizo, a los 5 años fue enviado a un orfanato cuyo personal lo trataba mal por ser demasiado travieso, por lo que siempre estaba castigado.
A los 10 años una nueva directora del orfanato llego, la cual impuso mano de hierro en el lugar, Tommy ya no solo recibía regaños y sanciones sino que recibía castigo físicos el preferido de la directora era los azotes en sus nalgas algunas veces le azotaba su pequeño pene sin circuncidad de tal forma que a Tommy le ardía durante semanas aun solo orinar, cuando la pubertad llego las cosas solo hicieron empeorar para el ahora adolescente, pues los castigos ya no solo eran físicos sino también humillantes para un hombre de su edad.
Uno de os castigos preferidos de la directora en aquella época era hacer que Tommy se masturbara hasta acabar con ella dándole nalgada tras nalgada que solo se detenían hasta que él se venía, pero la directora harta del mal comportamiento de Tommy se dispuso a deshacerse de él, lo puso a la venta en una subasta al mejor postor incluso le tomo fotos desnudo hasta con erección para poder poner las fotos en la subasta el ganador fue un tal León Weinster un rico empresario de origen alemán, tres semanas más tarde un hombre de sus confianzas se presento en el orfanato.  
Tommy fue informado de su adopción, para ese momento los papeles de índole legal estaban completados y le fueron entregados a dicho hombre, Tommy puso miles de objeciones pero no tuvo más remedio que irse con aquel hombre que no dijo ni una sola palabra en todo el camino, el lujoso auto tardo dos horas en llegar a su destino, se detuvo ante un gran enrejado bien custodiado con guardias armados, para continuar su vieja luego de las revisiones de seguridad, por espacio de 1:30 horas más hasta que Tommy pudo ver una gran mansión mejor dicho un castillo que cada vez se hizo más grande.
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Tommy fue conducido por el hombre que manejo el auto hasta ese lugar hasta una amplia como lujoso habitación, ahí y solo ahí le dijo “espera aquí muchacho pronto el Sr. Weinster vendrá”, luego el hombre se marcho sin decir nada más, Tommy espero en aquel lugar por espacio de una hora hasta que un imponente hombre de 1.90 metros de alto algo obeso, totalmente calvo portando un elegante traje de color blanco se presento.
-“Soy León Weinster, Tommy tu nuevo Amo”.
- ¿Amo?
Pregunto Tommy que no entendía aquello la respuesta de León fue la de darle un fuerte manotazo que hizo volar a Tommy hasta el suelo, León se acerco al adolescente para decirle de forma calmada con una expresión de malicia en su rostro.
-“Los perros no hablan Tommy, ¡desde que entraste en mi propiedad ya no eres más un humano sino que eres uno más de mi perros! ¿Entendiste?
-S…“
Iba a decir si, Tommy pero León alzo su mano para darle otro manotazo por lo que Tommy apenas se limito a asentir con la cabeza, León Weinster sonrió y en vez de golpearlo le acaricio su cabello como si fuera un lindo cachorrito al que quería recompensar.
León le ordeno a Tommy que se desnudara cosa que hizo, luego tomo un timbre y un hombre entro en la habitación  León Weinster le dio instrucciones al hombre para que llevara a Tommy a las perreras para que conociera su nueva habitación, además de que conociera a sus nuevos hermanos, luego debía llevarlo a la sala de aseo en donde se le debía retirar todo el vello de su cuerpo, el hombre se inclino ante León Weinster como si fuese de la realeza y se marcho con Tommy.
Algunos minutos más tarde Tommy se horrorizo al que su nueva habitación era una perrera con puerta de barrotes de metal, a su lado otras decenas de perrera similares, ocupadas por otros adolescentes desnudos como el sin vello algo en sus cuerpo y perros de verdad entre ellos gran Danes, pastor Alemán, doberman, y de otras grandes razas que incluso le llegaban al pecho a Tommy aun en cuatro patas, los perros como los otros adolescentes al ver a Tommy comenzaron a ladrar incluso los adolescentes aquellos ya no eran humanos habían sido transformados de algún modo en animales.
Luego de eso Tommy fue llevado a una gran habitación en donde se le ordeno acostarse boca arriba primero y fue asegurado se le colocaron uno lentes protectores para que el laser no afectara sus ojos cuando este quemo cada uno de los poros de la piel de Tommy el hombre que supervisaba todo usando una pequeña escobilla retiro todo el vello púbico, del vientre, axilas y piernas para dejar al adolescente completamente lampiño del frente, luego se procedió a hacer lo mismo con la parte de atrás, el hombre incluso le abrió las nalgas a Tommy para que láser actuara sobre su ano.
Luego de quedar su cuerpo sin vello o posibilidad de que vuelva a crecer, el láser incluso actuó sobre el rostro de Tommy, lo que impediría que le creciera barba o bigote en un futuro, apenas terminar Tommy fue llevado a su perrera en donde permaneció esa noche llorando ante los aullidos lastimosos de los otros perros y adolescente en su misma condición el cansancio lo termino por vencer por lo que se quedo dormido sobre el suelo frio de cemento de la perrera, hasta la mañana siguiente en que despertado para que comiera su platón de perro de croquetas, remojadas en leche.
Tommy le dijo al hombre que dejo el platón.
-“Que asco ni creas que me comeré eso”.
El hombre miro a Tommy extrañado para luego darle una fuerte cacheta y repetir lo mismo que su padre adoptivo aunque para el no fuese su hijo el día anterior.
-“¡Los perros no hablan!”
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Así paso todo un año en que Tommy se acostumbro a la vida de perro,  pero su mente no había cedido, apenas aparentaba no como los otros que incluso habían olvidado hablar, Tommy llego a los 15 años, por lo que se ordeno que debía ser apareado, una tarde Tommy fue llevado a lo que parecía ser una bodega medio oscura ahí en el piso una estructura de metal, que era un tubo largo de 1.50 metro de largo en cuyos extremos dos tubo se cruzaban, que estaba bien anclado al suelo, sus muñecas fueron asegurados a grilletes a los tubos cruzados de un extremo, con sus tobillos también asegurados con grilletes en el otro extremo, Tommy quedo apoyado sobre sus rodilla y cocos lo que dejo sus genitales colgando entre sus piernas.
Pero lo que quedo más vulnerable de su cuerpo fueron sus nalgas, el hombre que lo llevo y aseguro cuando termino tomo un pote para luego tomar algo de su contenido que parecía ser algún tipo de gel, con su mano unto una generosa porción de ese gel sobre el ano de Tommy que hizo que todo su cuerpo se estremeciera.
El hombre se fue dejando a Tommy ahí, preguntándose que era todo aquello, al poco rato un gran perro raza Doberman, apareció al ver a Tommy ahí se acerco para lamerle el rostro, de pronto el pene de perro comenzó a poner duro, la expresión en el rostro del perro cambio de dócil y manso a la de desesperación, se traslado hasta detrás de Tommy.
Una vez ahí el can hundió su largo hocico entre las nalgas semi abiertas de Tommy que se estremeció al sentir la húmeda nariz del animal en aquella zona, pronto el animal comenzó a lamer su ano, mientras Tommy le suplicaba que dejase de hacer lo que estaba haciendo, en voz baja ya que no podía hablar fuerte por temor a que alguien lo escuchara hablar, pero nada de lo que dijo funciono.
Lo que Tommy ignoraba es que el gel que fue untado en su ano, estaba cargado de feromonas de perra en celo que volvía a los perros locos por tener sexo, aquel gel era usado por los criadores de perros para hacer que los machos montaran a la hembra que ellos querían.
De pronto Tommy se aterro cuando ese gran perro coloco sus dos patas delanteras sobre su espaldas y comenzó a pasar su rosado pene duro como si fuese de roca sobre su ano, buscando penetrarlo, el pero no desistió pese a que Tommy se movía para evitar ser penetrado pero sus movimientos solo ayudaron al perro a por fin penetrarlo, Tommy dio un quejido de dolor al ser desvirgado por el perro, el cual comenzó a jadear a un lado de su hombro derecho, mientras comenzó con sus embestidas de manera brutal.
Aquello se prolongo por 20 minutos, Tommy se vino sin más estimulación que la simple penetración del perro, con solo la estimulación de su próstata, el pero se vino dos veces dentro del Tommy en abundancia hasta que agotado se bajo de él para irse moviendo la colita de lo más contento, Tommy quedo ahí llorando sintiendo su ano palpitar con el semen del perro bañando sus huevos.
Pero aun sin recuperarse un gran pastor alemán apareció para rápidamente montarlo y comenzar a penetrarlo de forma rápida el pene del can era 19 cm enorme, Tommy sentía que estaba siendo destripado con cada nueva embestida, el pero jadeaba y su baba caía en la espalda del Tommy para luego bajar por sus hombros hasta el cuello.
Luego de ese gran perro otros tres perros abusaron brutalmente de Tommy antes de que de nuevo el hombre llegase a donde estaba el adolescente cuyo ano ya sangraba y rebosaba de semen perruno que salía de él, formando un gran charco de semen perruno entre sus piernas. 
Para ese momento Tommy estaba al borde del desmayo, el hombre entonces tomo los mojados huevos de Tommy los limpio con trapo limpió hizo lo mismo con su ano, aplicando bastante alcohol para desinfectar las heridas sangrantes que hizo gritar a Tommy por el dolor que eso le produjo.
-“AAAGGGAGAGAAYYYY”.
Luego el hombre sin que Tommy lo pidiese ver bien procedió a pasar sus dos lampiños testículos en medio de la liga castradora para después colocarla en la parte más alta del nacimiento de su escroto para liberar el seguro del elastrador.
La liga se contrajo de manera abrupta sobre el escroto de Tommy quien abrió los ojos grandes, al sentir el brutal apretón, dio un alarido de dolor para luego desmayarse.
Se despertó en su perrera aun sintiendo un gran dolor, sintiendo su ano latir con fuerza, aun filtrando algo del semen de los perros, pero el pero dolor provenía de su entrepierna ya era de noche por lo que apenas podía ver que algo le comprimía la parte alta de su escroto con sus manos sintió que eran dos ligas, pero por más que trato de quitarlas no pudo, por el contrario cada que trataba de quitarlas se revolcaba de dolor al sentir una terrible punzada en su bajo vientre incluso se vomito dos veces por el dolor.
El día siguiente fue terrible porque su escroto quedo de un color oscuro y su pene estuvo casi todo el día en erección, Tommy sentía unas terribles ganas de masturbarse y no lo pudo hacer hasta la noche pero cuando lo hizo sintió un dolor tan agudo al venirse que termino por desmayarse hasta la mañana siguiente en que fue llevado a una habitación.
Ahí el fue colocado sobre una mesa de examen tipo veterinario en cuatro patas, un hombre tomo su escroto completamente negro, ya sin sensibilidad, tomo una dijera y de un rápido corte cerceno el escroto de Tommy justo entre ambas ligas una de las ligas aun se quedo en su lugar por varios días hasta que sola se cayó.
Tommy lloro en silencio durante meses una vez castrado sus erección se fueron paulatinamente también se acostumbro a ser penetrado por aquello perros para los 17 años la mente de Tommy que había sido lucida ya no era más, su mente ya era la de un perro como la del resto de sus compañeros en las otras perreras.     
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Tommy pronto le dio la bienvenida a un lindo adolescente como él lo fue que ocupo la perrera de uno de los chicos perros que murió de neumonía recientemente, en su mente ya no había deseos de huir, hablar o tener sexo, Tommy para todo fin ya no era humano sino un perro de cuerpo y alma.
Ahora ya ni siquiera espera la muerte, pues ya no sabe lo que es, solo disfruta de cuando es llevado para ser penetrado por los perros que lo usan para desfogarse, es la vida que ahora vive para bien o para mal, sin importar que para muchos de ustedes pueda ser una para “Tommy una Cruel Vida”. 

 





















































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